ATRIBUTOS Y EXIGENCIAS DE LA PROFESIÓN DOCENTE.

• Hoy nos cuestionamos la calidad de nuestra educación, y con todo lo que implica la globalización hemos entrado en una creciente comparación de nuestros resultados como sociedad en cuanto a la educación. Pero el punto, considero, no está en enfocar los resultados, sino en el proceso que nos llevó a él, y por cierto en nuestras raíces culturales, en nuestra trayectoria biográfica.
  
  La falta de interés de algunos docentes por perfeccionarse, o de otra manera la falta de tiempo de los profesores, los bajos sueldos, son factores cruciales que afectan la calidad de la educación, pero creemos que un punto que atravieza gran parte de los problemas sociales del profesorado chileno es la percepción que tiene la sociedad hacia los docentes, percepción en la cual no se aprecia realmente la calidad de un profesional de la educación, germen que afecta incluso a los mismos profesores . Esta subvaloración de nuestra profesión educativa es en gran parte el comienzo de muchos problemas que tiene la educación chilena, ya que, si queremos mejorar la calidad de la educación–y por cierto no la cantidad, me refiero a la Jornada Escolar Completa, harina de otro costal- debemos comenzar por mejorar la calidad de la educación de quienes imparten educación, y para ello tendríamos además que valorar como sociedad y como Estado la función primordial que cumple el profesorado, para así evitar esas travesías que cumplen los profesores entre unos y otros colegios, en que en muchas veces los docentes llegan a tener que impartir clases hasta en tres colegios para obtener un sueldo medianamente digno, y es que el factor económico es lamentablemente un punto muy importante para el desarrollo óptimo de todo profesional y así además poder perfeccionar su formación y ejercicio profesional.
  
  Por ahora la tarea que nos queda es apreciar la profesión docente tal como es, una profesión que es piedra angular en el desarrollo de la sociedad, los demás factores que nos ayudarán a mejorar la calidad de nuestra educación, como herramientas tecnológicas, ampliación de horarios, cobertura integral a los alumnos, etc. serán adquiridos a medida que la calidad de los docentes vaya mejorando y la percepción de la sociedad aprecie realmente al profesor en su calidad de maestro, y por supuesto, el Estado distribuya adecuadamente sus recursos y sus prioridades, sólo de esta manera la calidad de la educación mejorará.